Razones para salvar la Amazonía: por qué el «corazón» de Sudamérica es clave para la supervivencia del futuro del planeta

La selva del Amazonas impacta directamente el clima, el agua y la economía de toda América Latina. Así que hablar de su protección también es hablar del desarrollo futuro de la región. Este bioma es una pieza clave para garantizar la seguridad alimentaria, energética y agua de millones de personas. En el Día de la Amazonía de Brasil, recordamos que proteger este bioma es conservar bosques, asegurar agua dulce para nuestras ciudades, fortalecer una socioeconomía y promover una producción alimentaria responsable mediante la inversión en soluciones basadas en la naturaleza.

BRASIL (5/9/2025).- En el marco de la próxima COP30, que se celebrará en la ciudad de Belém do Pará, el mundo vuelve su mirada hacia la Amazonía, el vasto ecosistema de bosques, agua y biodiversidad que Brasil conmemora cada 5 de septiembre.

La fecha, conocida como el Día de la Amazonía, es un recordatorio de que su salud no es solo un asunto regional, sino una cuestión de supervivencia global.

El Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR) ha destacado siete razones fundamentales por las que la Amazonía es crucial para la humanidad, más allá de ser un simple conjunto de árboles y ríos.

Estos motivos abarcan desde la regulación del clima hasta la seguridad alimentaria, demostrando que su preservación es vital para las generaciones presentes y futuras.

Un ecosistema global en riesgo

El bienestar de la Amazonía impacta directamente en la estabilidad del clima, la protección del agua, la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Su rol como «pulmón del planeta» es tan solo una parte de su importancia:

  • Bosque y carbono: La Amazonía es un inmenso reservorio de carbono que, de ser liberado, aceleraría drásticamente la crisis climática.
  • Agua y paisaje: Regula los ciclos del agua que influyen en las lluvias de gran parte de Sudamérica, un fenómeno vital para la agricultura y la vida en general.
  • Biodiversidad: Es un santuario de especies aún por descubrir y una fuente inagotable de conocimientos ancestrales.
  • Bioeconomía y seguridad alimentaria: Sus recursos ofrecen un potencial inmenso para el desarrollo de una bioeconomía sostenible, así como para la seguridad alimentaria global.
  • Diversidad cultural: Es hogar de innumerables pueblos indígenas que resguardan saberes únicos sobre la naturaleza.
  • Resiliencia: El futuro de la Amazonía depende de la capacidad de sus comunidades y gobiernos para adaptarse a los desafíos ambientales.
  • Salud humana: La deforestación y el cambio de uso de suelo pueden provocar la aparición de nuevas enfermedades y afectar la calidad del aire.

Mientras la comunidad internacional se prepara para la crucial conferencia climática, CIFOR insiste en que las decisiones que se tomen hoy sobre la Amazonía definirán el futuro del planeta.

1. El bosque más grande de la Tierra

La cuenca amazónica es la selva tropical y cuenca hidrográfica más extensa del planeta, con casi 7 millones de km², cubre alrededor del 40 % de Sudamérica y se extiende por nueve países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam, Venezuela y Guayana Francesa.

Sin dudas, su magnitud sustenta la estabilidad climática global y los medios de vida regionales.

2. Agua para un continente

Los árboles amazónicos ofrecen mucho más que sombra y refugio. Reciclan cerca de la mitad de toda la precipitación de la cuenca mediante un amplio ciclo de transpiración y lluvias. Estos “ríos voladores” transportan humedad a lo largo de Brasil, hasta Argentina y más allá, irrigando tierras agrícolas a miles de kilómetros de distancia.

El propio río Amazonas representa aproximadamente el 20% de todo el caudal de agua dulce que llega desde los ríos al océano en el mundo, influyendo en el clima y las corrientes a escala global. Sin bosques, estos ciclos se rompen, poniendo en riesgo las lluvias, la agricultura, la seguridad hídrica e incluso la producción de alimentos más allá de las fronteras sudamericanas.

3. Un paisaje profundamente humano

Aunque a menudo se presenta como un paisaje de naturaleza pura, la Amazonía alberga a unos 47 millones de personas.

De ellas, casi 2,2 millones pertenecen a naciones indígenas de unas 410 étnias, y con 80 de estas viviendo en aislamiento voluntario. Entre estos grupos, también se cuentan comunidades locales como quilombolas, afrodescendientes y rivereños.

Se estima que unas 300 lenguas son habladas en la Amazonía, cada una con conocimientos únicos y relatos milenarios de conexión con el bosque.

Desde tecnología y sistemas de pesca adaptados a las crecidas estacionales hasta dietas centradas en superalimentos panamazónicos como el açaí, el aguaje o la castaña amazónica, las comunidades amazónicas ofrecen innumerables lecciones de resiliencia y reciprocidad con la naturaleza.

4. Un reservorio de vida del mundo

La Amazonía es uno de los mayores reservorios de vida en la Tierra, hogar de millones de especies de plantas y animales, incluidas miles de especies de árboles aún sin identificar.

Con más de 50 ecosistemas interconectados, alberga más del 10 % de todas las especies conocidas, entre ellas casi un tercio de los mamíferos del mundo y al menos una quinta parte de sus aves, muchas de ellas únicas de la región.

El bosque también resguarda cerca de 16 000 especies de árboles y aproximadamente 390 mil millones de individuos. Pero la deforestación y los choques climáticos están impactando este reservorio de vida más rápido de lo que la ciencia puede documentarlo, junto con los posibles medicamentos, alimentos y recursos que contiene y que aún no hemos descubierto.

5. Un gigante de carbono en una encrucijada

Almacenando más de 150 mil millones de toneladas de carbono, la Amazonía cumple un papel crucial en la estabilidad del clima global, pero este equilibrio corre peligro.

El aumento de la deforestación, los incendios más intensos y las sequías cada vez más frecuentes están llevando a partes del bosque a convertirse de sumideros a emisores de carbono. Proteger los bosques primarios remanentes es vital y urgente: la Amazonía no es infinita, y cuanto más perdamos, mayor será el riesgo.

6. Un punto de inflexión

Durante 65 millones de años, los bosques amazónicos mostraron una notable resistencia a la variabilidad climática, sin embargo, hoy enfrentan presiones sin precedentes: temperaturas en aumento, sequías intensas y pérdida de cobertura forestal, incluso afectando áreas antes remotas, según el Panel Científico para la Amazonía.

Los científicos advierten que, si las tendencias actuales continúan, la Amazonía podría alcanzar un “punto de inflexión” en el que grandes extensiones colapsen y se transformen en ecosistemas degradados.

Esto desencadenaría impactos en cascada: más calentamiento global, reducción de las lluvias en toda Sudamérica, extinciones masivas de la biodiversidad amazónica y perturbaciones en la producción de alimentos, la energía y la salud humana.

7. La salud de la Amazonía es nuestra salud

Si lo pensamos bien, la Amazonía es mucho más que los “pulmones del planeta”; es una de sus grandes arterias, que conecta agua, vida, carbono y cultura. Su destino está íntimamente ligado al de todos los que habitamos la Tierra.

Según el Panel Científico para la Amazonía, proteger este valioso sistema requiere:

Movilizar la conservación, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas amazónicos
Construir una bioeconomía inclusiva, basada en bosques en pie y ríos vivos

Fortalecer la gobernanza local y alinear políticas a múltiples escalas

Además, la evidencia muestra que cuando se reconocen los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, las tasas de deforestación disminuyen de manera significativa. Ampliar soluciones basadas en la naturaleza, como la agroforestería y la agroecología, también puede garantizar medios de vida sostenibles al mismo tiempo que se conserva y restaura el bosque.

La Amazonía nos llama a actuar, este 5 de septiembre empecemos por reconocer cuán vinculadas están nuestras vidas a ella.

Fuente: Los Bosques en las Noticias (Forests News)

Fuente: ArgentinaForestal

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