Juicio contra Jair Bolsonaro: negó el intento de golpe de Estado y afirmó que fue “pura retórica”

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rechazó las acusaciones sobre su supuesta implicación en un complot para anular los resultados de las elecciones de 2022 y continuar en el poder. Durante su testimonio el martes ante el Supremo Tribunal, negó cualquier intento de golpe de Estado, alegando que su campaña contra el sistema electoral solo fue “retórica” y buscaba promover mayor transparencia, no organizar un golpe.
“Mi retórica siempre fue parecida” y “la desconfianza es privativa mía”, declaró Bolsonaro ante la Primera Sala del Supremo. Aseguró que fue pura «retórica» y que nunca existió un plan para perpetrar un golpe, calificando la idea de un «golpe» como algo «abominable» e inaceptable para Brasil. En este sentido, enfatizó: «Nunca hubo ninguna conversación sobre un golpe… Brasil no podría pasar por una experiencia así».
Bolsonaro, junto a otros siete acusados, está siendo investigado por el tribunal por los cargos de intento de golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, intento de abolir violentamente el Estado de derecho democrático, daño agravado y deterioro del patrimonio. La condena por estos cargos podría implicar penas de hasta 12 años de prisión.
El expresidente negó enérgicamente las acusaciones, asegurando que eran parte de una persecución política. En su intervención, indicó: “La acusación no se sostiene, Su Excelencia”.
El juicio también implicó a varios de sus colaboradores cercanos, incluidos el exministro de Defensa Walter Braga Netto, los exministros Anderson Torres y Augusto Heleno, y el ex edecán Mauro Cid, quien firmó un acuerdo de culpabilidad con la policía federal. Cid alegó que Bolsonaro había editado un documento destinado a anular los resultados electorales y que no actuó cuando simpatizantes del expresidente se instalaron en campamentos militares exigiendo intervención después de la derrota electoral.
Este grupo de seguidores estuvo involucrado en el motín del 8 de enero de 2023, donde el Congreso, el Supremo Tribunal y el palacio presidencial fueron saqueados. Este levantamiento, ocurrido después de la asunción de Lula, fue interpretado como un intento de forzar una intervención militar. El fiscal general, Paulo Gonet, vinculó el motín con un esquema antidemocrático más amplio que también incluía planes para asesinar a Lula y al juez Alexandre de Moraes.
Bolsonaro, quien fue presidente entre 2019 y 2022, ha sido criticado por su oposición abierta al sistema judicial del país y por sembrar dudas infundadas sobre el sistema de votación electrónica. En 2022, fue inhabilitado por el tribunal electoral para presentarse en elecciones hasta 2030 por abuso de poder.
Thiago Bottino, profesor de derecho en la Fundación Getulio Vargas, calificó el juicio de «histórico». “Es la primera vez que vemos a personas acusadas de un intento de golpe de Estado siendo sometidas a un juicio penal, con las garantías del debido proceso penal”, señaló.
Fuente: MisionesOnline