Cuáles fueron los últimos 10 papas de la Iglesia Católica y cuántos hubo hasta el momento

Cada Pontífice ha dejado su huella a través de sus decisiones, reformas y reacciones ante los desafíos del momento
A lo largo de los años, la Iglesia Católica ha sido testigo de un período de grandes transformaciones y desafíos bajo la dirección de papas que han marcado profundamente su rumbo. Desde la apertura al diálogo con otras religiones hasta la toma de decisiones cruciales sobre cuestiones doctrinales y sociales, los últimos 10 papas han enfrentado las complejidades del mundo moderno mientras intentaban mantener la unidad y la estabilidad de la Iglesia.
Los últimos 10 papas de la Iglesia Católica
Papa Francisco (13 de marzo de 2013 – 21 de abril del 2025)

Jorge Mario Bergoglio, conocido como el Papa Francisco, fue el primer Papa de origen latinoamericano y el primero de la Compañía de Jesús.
Su elección como Papa, el 13 de marzo de 2013, fue un hito histórico, no solo por su origen, sino también por su nombre. Eligió el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, reflejando su llamado a una Iglesia más humilde y cercana a los pobres y marginados.
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha enfatizado la importancia de la misericordia, la atención a los más necesitados, y el cuidado del medio ambiente.
En 2015, publicó la encíclica Laudato si’, que aborda la crisis ambiental y la necesidad de un cambio en la relación de la humanidad con la naturaleza.
Además, ha impulsado una serie de reformas dentro de la Curia Romana, buscando una mayor transparencia y eficiencia en la gestión de los recursos del Vaticano.
El Papa Francisco también ha sido un defensor de la sinodalidad, promoviendo un modelo de Iglesia más participativo y descentralizado.
Sin embargo, su pontificado también ha enfrentado desafíos, especialmente en cuanto al manejo de la crisis de abusos sexuales dentro de la Iglesia, un tema que ha abordado con una postura firme pero que ha generado tanto apoyo como críticas.
El Papa Francisco, líder espiritual de millones de fieles y figura clave del catolicismo, falleció a las 7:35 de la mañana del lunes 21 de abril en su residencia de la Domus Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, a los 88 años. Así lo informó un comunicado oficial firmado por el profesor Andrea Arcangel, director del Departamento de Salud e Higiene del Estado pontificio.
Según el informe, su muerte el 21 de abril, fue producto de un accidente cerebral que lo sumió en un coma profundo, seguido por un colapso cardiorrespiratorio irreversible.
Este trágico desenlace fue precedido por un cuadro clínico complejo, que incluía insuficiencia respiratoria aguda debido a una neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes tipo II.
Papa Benedicto XVI (19 de abril de 2005 – 28 de febrero de 2013)

Joseph Ratzinger, conocido como Benedicto XVI, fue elegido Papa el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II. Nació en Baviera, Alemania, el 16 de abril de 1927.
Como teólogo, Benedicto XVI fue una figura destacada en la Iglesia Católica antes de ser elegido Papa, y su pontificado estuvo marcado por su énfasis en la defensa de la ortodoxia doctrinal, la lucha contra el relativismo y el fortalecimiento de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia.
Durante su papado, Benedicto XVI también abordó la crisis de los abusos sexuales dentro de la Iglesia, aunque su respuesta fue considerada por algunos insuficiente.
Además, su pontificado se caracterizó por un énfasis en la liturgia tradicional y la revalorización de la misa en latín.
Una de las decisiones más sorprendentes de Benedicto XVI fue su renuncia al papado en 2013, debido a su edad avanzada y su salud deteriorada, un acto que no ocurría en la Iglesia Católica desde hacía siglos.
Su renuncia marcó el inicio del pontificado de Francisco, y Benedicto XVI asumió el título de Papa Emérito, manteniendo una vida de oración y retiro en el Vaticano.
El Vaticano confirmó el 31 de diciembre de 2022, el fallecimiento de Joseph Ratzinger. Tenía 95 años y su salud había ido deteriorándose durante los últimos años, como él mismo había señalado en una carta pública en 2016.
Papa Juan Pablo II (16 de octubre de 1978 – 2 de abril de 2005)

Karol Józef Wojtyła, más conocido como el Papa Juan Pablo II, es uno de los papas más influyentes y carismáticos de la historia reciente de la Iglesia. Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia.
Fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978, convirtiéndose en el primer Papa no italiano en más de 450 años.
Durante su largo pontificado, que duró más de 26 años, Juan Pablo II jugó un papel crucial en la caída del comunismo en Europa del Este, especialmente en su país natal, Polonia.
Además, fue un firme defensor de los derechos humanos y la dignidad de la persona, y su énfasis en la defensa de la vida y la familia lo convirtió en una figura prominente en la lucha contra el aborto y la eutanasia.
Juan Pablo II también promovió un ecumenismo activo, buscando el diálogo con otras religiones, especialmente el judaísmo y el islam.
A pesar de su figura de líder conservador en algunos aspectos doctrinales, fue también un hombre de gran cercanía y afecto hacia los jóvenes, estableciendo la Jornada Mundial de la Juventud, que sigue siendo un evento clave en el calendario de la Iglesia Católica.
Falleció el 2 de abril de 2005, y fue beatificado en 2011 y canonizado en 2014 por el Papa Francisco.
Papa Juan Pablo I (26 de agosto de 1978 – 28 de septiembre de 1978)

Albino Luciani, conocido como Juan Pablo I, fue uno de los papas más breves de la historia, con un pontificado que duró solo 33 días y fue elegido el 26 de agosto de 1978.
Su papado, aunque extremadamente corto, fue notable por su cercanía con el pueblo y su estilo pastoral accesible.
Era conocido por su humildad y su disposición a conectar con los fieles de una manera directa y sencilla. Su muerte súbita, a los 65 años, dejó muchas preguntas sin respuesta y generó especulaciones sobre las causas de su fallecimiento. Sin embargo, su figura es recordada con cariño como el “Papa de la sonrisa”.
Papa Pablo VI (21 de junio de 1963 – 6 de agosto de 1978)

Giovanni Battista Montini, conocido como Pablo VI, fue elegido Papa en 1963, durante la celebración del Concilio Vaticano II, y desempeñó un papel crucial en la implementación de las reformas conciliares.
Su pontificado estuvo marcado por el esfuerzo por modernizar la Iglesia y abrirla al diálogo con el mundo contemporáneo.
Uno de los momentos más significativos de su papado fue la promulgación de la encíclica Humanae Vitae en 1968, que reafirmó la postura de la Iglesia en contra de los métodos anticonceptivos artificiales. Esta encíclica fue muy controvertida y generó un debate interno en la Iglesia.
Pablo VI también fue un defensor del ecumenismo y trabajó arduamente para mejorar las relaciones con otras iglesias cristianas. Su papado concluyó con su muerte en 1978, y fue beatificado por el Papa Francisco en 2014.
Papa Juan XXIII (28 de octubre de 1958 – 3 de junio de 1963)

Angelo Giuseppe Roncalli, conocido como Juan XXIII, fue elegido Papa en 1958 a la edad de 76 años. Su pontificado es recordado por su apertura y su deseo de modernizar la Iglesia a través del Concilio Vaticano II, que convocó en 1962.
Nació el 25 de noviembre de 1881 en Italia, y su papado fue una etapa de gran renovación y esperanza para la Iglesia.
Uno de los principales logros de su pontificado fue la promulgación de la encíclica Pacem in Terris en 1963, que abogaba por la paz y los derechos humanos en un contexto de guerra fría. También fue conocido por su acercamiento a otras religiones y por su figura pastoral cercana y afectuosa.
Juan XXIII falleció en 1963, y fue beatificado en 2000 por el Papa Juan Pablo II y canonizado en 2014 por el Papa Francisco.
Papa Pío XII (2 de marzo de 1939 – 9 de octubre de 1958)

Eugenio Pacelli, conocido como Pío XII, fue elegido Papa en 1939, durante los años turbulentos de la Segunda Guerra Mundial., Su papado estuvo marcado por los desafíos de la guerra y la necesidad de tomar decisiones difíciles en medio del conflicto global.
Pío XII es conocido por su actitud discreta durante la guerra, especialmente en relación con el Holocausto.
Fue criticado por su aparente falta de condena pública a los nazis, aunque algunos argumentan que trabajó discretamente para salvar vidas.
También fue un defensor de la paz y la justicia social, y promovió una serie de reformas litúrgicas y administrativas dentro de la Iglesia.
Papa Pío XI (6 de febrero de 1922 – 10 de febrero de 1939)

Achille Ratti, conocido como Pío XI, fue elegido Papa en 1922 y desempeñó un papel importante en la resolución de la “Cuestión Romana”, firmando los Pactos de Letrán en 1929, que establecieron la soberanía del Vaticano. Nació el 31 de mayo de 1857 en Italia.
Durante su papado, Pío XI condenó enérgicamente los totalitarismos y el comunismo ateo. Fue también un defensor de la justicia social y promovió la educación católica en todo el mundo.
Papa Benedicto XV (3 de septiembre de 1914 – 22 de enero de 1922)

Giacomo Della Chiesa, conocido como Benedicto XV, fue elegido Papa en 1914, justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial.
Su pontificado estuvo marcado por sus esfuerzos por mediar en el conflicto y su énfasis en la paz.
Benedicto XV también se centró en la ayuda humanitaria durante la guerra y promovió la labor misionera. Fue un defensor de la diplomacia papal, buscando siempre la paz entre los pueblos.
Papa San Pío X (4 de agosto de 1903 – 20 de agosto de 1914)

Giuseppe Melchiorre Sarto, conocido como San Pío X, fue elegido Papa en 1903. Su papado estuvo marcado por un fuerte enfoque en la doctrina y la disciplina eclesiástica.
San Pío X es conocido por su reforma litúrgica, que incluyó la simplificación de la misa y el fomento de la comunión frecuente. También combatió el modernismo teológico y defendió la enseñanza tradicional de la Iglesia.
¿Cuántos papas ha tenido la Iglesia Católica hasta el momento?
Hasta la fecha, la Iglesia Católica ha tenido 266 papas, comenzando con San Pedro, el apóstol elegido por Jesucristo como el primer líder de la Iglesia.
A lo largo de los siglos, la figura del Papa ha evolucionado, pero siempre ha mantenido su centralidad como guía espiritual y moral de los católicos.
Cómo se elegirá a un nuevo Papa tras la muerte de Francisco

El proceso para elegir a un nuevo Papa es uno de los más solemnes y cuidados dentro de la Iglesia Católica, una institución con una larga tradición que data de los primeros siglos del cristianismo.
Este proceso está regido por normas estrictas que buscan garantizar que la elección se haga de acuerdo con principios espirituales y doctrinales, sin influencias externas.
Cuando un Papa muere, la Iglesia entra en un período conocido como sede vacante, que es el tiempo entre la muerte del Papa y la elección de su sucesor.
Durante este tiempo, la figura del Papa ya no está presente para supervisar las decisiones de la Iglesia. El cónclave, es decir, la reunión de los cardenales encargados de elegir al nuevo Papa, se convoca para dar comienzo al proceso de elección.
En este período de sede vacante, los cardenales se reúnen para planificar la elección y también se celebran las Congregaciones Generales, que son reuniones donde los cardenales discuten la situación de la Iglesia y preparan el ambiente para la elección.
La elección del Papa se lleva a cabo en un evento cerrado y secreto conocido como cónclave.
La palabra “cónclave” proviene del latín cum clave, lo que significa “con llave”, y hace referencia a que, en sus orígenes, los cardenales eran encerrados en una sala con llave, aislados del mundo exterior, para evitar cualquier tipo de presión externa que pudiera influir en su decisión.

A lo largo de los siglos, las reglas del cónclave han sido modificadas para asegurar que la elección sea guiada exclusivamente por la espiritualidad y el discernimiento de los cardenales.
Antes de que comience el cónclave, el cardenal camarlengo, que es el responsable de la administración temporal de la Santa Sede durante la sede vacante, realiza una serie de actos ceremoniales.
El primero de estos es la verificación oficial de la muerte del Papa. Luego, convoca a los cardenales electores, aquellos menores de 80 años, para que se reúnan en el Vaticano y participen en el proceso de elección.
Estos cardenales electores son los únicos que tienen derecho a votar en el cónclave. Es importante destacar que solo los cardenales menores de 80 años al momento de la vacancia del papado pueden participar en la votación, lo que garantiza que la elección esté en manos de los cardenales con más experiencia y cercanía a los asuntos de la Iglesia.

Una vez que los cardenales electores llegan al Vaticano y se celebran las Congregaciones Generales, comienza oficialmente el cónclave.
Este se lleva a cabo en la Capilla Sixtina del Vaticano, lugar tradicional donde se realiza la votación.
Los cardenales, al ingresar a la Capilla Sixtina, deben hacer un solemne juramento de confidencialidad, comprometiéndose a mantener en secreto todo lo que ocurra dentro del cónclave, incluidos los votos emitidos y las discusiones que se lleven a cabo.
Este juramento es un acto de compromiso con la seriedad y la espiritualidad de la elección, que se entiende como una decisión guiada por el Espíritu Santo.
Una vez realizado el juramento, comienza el proceso de votación. Cada cardenal recibe una boleta donde debe escribir el nombre del candidato que considere adecuado para suceder al Papa. Estas boletas se depositan en una urna, y los votos son contados públicamente uno a uno.
Para que un cardenal sea elegido como Papa, necesita obtener al menos dos tercios de los votos de los cardenales electores. Si, después de varias rondas de votación, ningún candidato alcanza el número necesario de votos, las papeletas se queman con un químico que produce humo negro, lo que indica que aún no ha habido una elección exitosa.
Cuando un cardenal recibe el número necesario de votos, se produce la famosa “fumata blanca” (humo blanco), señalando que el cónclave ha elegido un nuevo Papa.
El cardenal decano, quien tiene el rango más alto dentro del Colegio Cardenalicio, se dirige al balcón central de la Basílica de San Pedro para anunciar al mundo la elección del nuevo Papa.
La tradicional frase que se utiliza en ese momento es “Habemus Papam” (“Tenemos Papa”). Posteriormente, el nuevo Papa se presenta al público, y es en ese momento cuando revela el nombre papal que ha decidido tomar.

El cónclave puede durar varios días, dependiendo de cuántas rondas de votación sean necesarias para llegar a un consenso.
En ocasiones, los cardenales pueden no ponerse de acuerdo durante un largo período, como ocurrió en el cónclave de 1268-1271, que duró tres años debido a la falta de consenso entre los cardenales.
Para evitar una situación de indecisión prolongada, el cónclave de hoy en día se organiza bajo estrictas reglas de privacidad y aislamiento.
Los cardenales electores no pueden recibir información externa, ni pueden utilizar medios de comunicación, tecnología, ni recibir correspondencia mientras se lleva a cabo la elección.
Uno de los aspectos importantes del cónclave es que el Papa elegido no es necesariamente un cardenal. Teóricamente, los cardenales podrían elegir a un religioso que no fuera obispo, aunque en ese caso, el elegido tendría que ser ordenado obispo antes de asumir el papado.
Fuente: Infobae