Un extraño cometa se acerca a la Tierra y un grupo de prestigiosos científicos de Harvard afirman que es una nave alienígena hostil

Mientras los astrónomos preparan telescopios para observar el paso del cometa 3I/ATLAS, que se está acercando a la Tierra, un grupo de investigadores sostiene que el objeto podría no ser natural, sino una nave interestelar de origen inteligente. La mayoría de la comunidad científica rechaza esa idea, pero las extrañas características del cuerpo mantienen vivo el debate sobre si se está ante un simple cometa o algo más.

El cometa 3I/ATLAS, detectado el 1 de julio de 2025 por el proyecto ATLAS en Chile, se aproxima a la Tierra y despierta tanto fascinación científica como teorías más inquietantes. Mientras la mayoría de los astrónomos lo estudian como un objeto interestelar natural, un grupo de investigadores encabezado por el astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, sostiene que podría tratarse de una nave inteligente de origen extraterrestre, e incluso con intenciones hostiles.

El cuerpo, que viaja a unos 60 kilómetros por segundo -más de 200.000 kilómetros por hora-, será visible desde el hemisferio sur durante diciembre y alcanzará su punto más cercano a la Tierra el día 19.

Su trayectoria hiperbólica confirma que no pertenece al sistema solar, y sus particularidades alimentan el debate: presenta una “anticola” que apunta hacia el Sol, una composición con dióxido de carbono, agua, trazas de cianuro y una aleación de níquel “nunca antes vista en la naturaleza”, además de una edad estimada de 10.000 millones de años.

Los fundamentos de la hipótesis alienígena

Avi Loeb y sus colegas Adam Hibberd y Adam Crowl publicaron un trabajo en el que afirman que 3I/ATLAS muestra “características anómalas” que podrían corresponder a una nave artificial.

Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard.

Según su hipótesis, la orientación retrógrada de la órbita y su baja inclinación serían “ventajosas” para un objeto controlado que desee acercarse a la Tierra sin ser detectado fácilmente. A su vez, interpretan la anticola como un posible mecanismo de frenado dirigido y no como un simple efecto solar.

Loeb no descarta que su procedencia sea “tecnológica y posiblemente hostil”, una frase que encendió la imaginación de redes sociales y foros dedicados a la vida extraterrestre.

Otras hipótesis sobre las anomalías

La comunidad científica tradicional, en cambio, insiste en que no hay evidencia que respalde esa teoría. La International Asteroid Warning Network aclaró que el cometa no representa riesgo de impacto y lo incorporó a su lista de observación por su valor científico, no por peligro alguno.

Para los astrónomos más cautelosos, las anomalías observadas pueden explicarse por condiciones físicas extremas o reacciones químicas poco comunes, sin necesidad de invocar inteligencia extraterrestre.

Desde los observatorios del hemisferio sur, especialmente en Chile y otros países de la región, ya se preparan equipos para seguir su paso. En la Argentina, su observación también genera expectativa, no solo por el espectáculo astronómico que ofrecerá en diciembre, sino por la posibilidad de contribuir a uno de los misterios más provocadores del año.

Mientras tanto, el cometa -o lo que sea- continúa su viaje silencioso hacia las cercanías de nuestro planeta, arrastrando con él tanto preguntas científicas como fantasías sobre un eventual visitante no humano.

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