Alemania exigió en la ONU el fin de la guerra en Gaza y reclamó la creación de dos Estados

El ministro de Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, definió la situación en la Franja de Gaza como un “infierno en la Tierra” y una “pesadilla humanitaria” durante su intervención en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Con estas palabras, subrayó la gravedad con la que Berlín observa la crisis en ese territorio, marcado por meses de violencia, carencias y un escenario de emergencia humanitaria de magnitud inédita.

La declaración se produjo en una sesión especial en Nueva York, donde Alemania reafirmó su postura respecto al conflicto en Oriente Medio y delineó el rol que busca desempeñar en la búsqueda de una salida negociada. Wadephul asistió en representación del gobierno alemán debido a la ausencia del canciller Friedrich Merz, una decisión que generó cuestionamientos dentro del arco político germano.

En su discurso, el funcionario reiteró que la única salida posible para la región sigue siendo la creación de dos Estados, uno israelí y otro palestino. “Esta guerra debe terminar. Los rehenes deben ser liberados. La existencia y la seguridad de Israel serán siempre parte de nuestra razón de Estado”, expresó Wadephul. El planteo ratifica la histórica posición de Berlín en favor de la fórmula de dos Estados como pilar de paz y dignidad para todas las comunidades de la región.

El ministro pidió a Israel permitir el acceso seguro de ayuda humanitaria a Gaza y remarcó que los suministros básicos deben llegar a la población afectada de forma inmediata. “Repetimos nuestro llamado urgente a Israel para permitir un acceso humanitario seguro”, sostuvo ante los representantes de la comunidad internacional. Al mismo tiempo, confirmó que Alemania continuará enviando asistencia a través de organismos multilaterales, como la ONU, para respaldar a los sectores más vulnerables.

Wadephul describió las carencias más graves que atraviesan los habitantes de Gaza: falta de alimentos, agua potable, educación y servicios de salud. Según sus palabras, el escenario actual constituye “el peor desastre humanitario de nuestro tiempo”. Añadió que la responsabilidad de garantizar derechos fundamentales no corresponde únicamente a los actores locales, sino también a la comunidad internacional en su conjunto.

En su intervención, también advirtió que las consecuencias del deterioro humanitario se extienden más allá de Palestina. Hizo referencia al caso de Sudán, donde más de 30 millones de personas necesitan asistencia y cerca de 12 millones fueron desplazadas, para subrayar la magnitud global de la crisis.

En paralelo a la postura alemana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifestó optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo para la Franja de Gaza. En declaraciones recogidas por la agencia EFE, el mandatario señaló la urgencia de resolver la cuestión de los rehenes. “Mucha gente está muriendo, pero queremos a los rehenes de vuelta. No los queremos de vuelta, uno esta semana, otro en dos meses, tres más tarde. Como ha estado ocurriendo”, expresó. Y concluyó: “Los queremos de vuelta de una sola vez”.

De esta manera, la Asamblea General de la ONU volvió a convertirse en escenario de fuertes pronunciamientos internacionales, donde se cruzan las demandas de soluciones inmediatas con la búsqueda de consensos duraderos en un conflicto que se prolonga sin un horizonte claro.

Fuente: Infobae

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