Esto es lo que tienes que hacer cuando guardes ls bananas para que no queden feos

La banana es una de las frutas que más se consumen al año, junto con la naranja, la manzana y la mandarina.
Las temporadas en las que los habitantes se animan a probar estas delicias suele ser entre la primavera y el verano, cuando el clima invita a la sensación refrescante de estas frutas.
Entre las frutas más consumidas en los doce meses del año se encuentran la naranja, la banana, la manzana y la mandarina.
Su ingesta sin duda beneficia al equilibrio digestivo y del metabolismo, pues el alto contenido en vitaminas y nutrientes hacen benefician notablemente al organismo. No obstante, hay que saber cómo almacenar estas piezas en el hogar para evitar que maduren demasiado rápido y se echen a perder.
Una de las frutas que tienen un tiempo de maduración más elevado son las bananas. Por lo que a pesar de ser una de las frutas más consumidas, también son las que más rápido se descomponen. De esta manera, la mayoría de los clientes evita comprar muchas piezas a la vez. Sin embargo, existe un truco muy sencillo que han recomendado algunos expertos para prolongar la vida de este producto sin que se ponga feos en pocos días.
Tal y como ha comentado Food Republic al medio británico Express, hay una manera extremadamente fácil de mantener las bananas frescas: envolviendo los tallos en papel de plata. El aluminio es muy útil para ralentizar el tiempo de crecimiento. El motivo de ello es que consigue absorber el gas etileno, un elemento que se libera según envejece la fruta. Además, se desprende principalmente por el tallo, por lo que es fundamental tapar esa parte: “La mayor parte de este gas se libera a través del tallo expuesto de la fruta, lo que permite que el racimo de banana siga madurando incluso después de haber sido recogido del árbol”, han desarrollado los expertos.
Según su información, se puede evitar que las bananas obtengan ese color marrón al atrapar el gas y, por ende, se podría alargar su vida útil y mantener el frescor de las piezas. Concretamente, esta hormona vegetal contribuye no solo al cambio del color, sino también de su suavidad, generando que los almidones se descompongan y se formen azúcares. De este modo, las bananas amarillentas son más dulces que las verdes, y las marrones tienen un sabor más dulzón que las amarillas.
“En comparación con otras frutas y verduras, las bananas son una de los mayores productores de gas etileno, un compuesto químico natural que promueve la maduración”, ha explicado Food Republic. Igualmente, es fundamental tener esto en cuenta, pues el etileno puede influir en la maduración de otros alimentos y que tengan un proceso de envejecimiento más corto.