Inicio de la Cuaresma: el Miércoles de Ceniza y la importancia del camino hacia la Pascua

El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un tiempo de preparación para la Pascua que, según explicó el sacerdote Alberto Barros, tiene un profundo significado dentro de la fe cristiana. “Bueno, hay que ponerlo en su contexto, mirar la Pascua, que es el centro de la fe cristiana. Creemos en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, que murió en la cruz como gesto máximo de amor con el cual perdona, sana y dignifica”, expresó el religioso.

En sus declaraciones, Barros resaltó la importancia de este período de cuarenta días que precede a la Pascua y que la Iglesia ha mantenido como tradición desde las primeras comunidades cristianas. “Este tiempo de Cuaresma es un camino hacia la Pascua, un tiempo de conversión. Conversión significa volver a Dios, volver al origen, a las fuentes de nuestra fe, lo cual implica cambiar lo que está mal, modificar lo que no hacemos bien y potenciar lo bueno”, detalló.

Respecto a la imposición de las cenizas, el sacerdote explicó su simbolismo y su origen. “Es un gesto antiquísimo. Ya en el Antiguo Israel lo utilizaban y las primitivas comunidades cristianas también. Las cenizas simbolizan la fragilidad humana, nuestra condición de pecadores. Comenzamos la Cuaresma recibiéndolas para tomar conciencia de que soy frágil, que hay cosas que corregir y modificar en mí. Acepto con humildad esta experiencia de fragilidad para, con la ayuda de Dios, empezar este camino de conversión, que es un volver al amor de Dios”, enfatizó.

Además, Barros remarcó el papel de la caridad durante este tiempo litúrgico. “Sin amor a los hermanos, sin solidaridad con los más pobres, débiles y sufrientes, no hay un encuentro real con Dios. Como dice San Juan en su primera carta: ‘Si decimos que amamos a Dios, a quien no vemos, pero no amamos a nuestros hermanos, a quienes vemos, somos unos mentirosos y la verdad no está en nosotros’”, citó el sacerdote.

En cuanto a la celebración litúrgica de este día, aclaró que la Misa del Miércoles de Ceniza no es obligatoria, pero sí un momento propicio para iniciar la Cuaresma con un signo de humildad y reflexión. “Estamos invitados todos. Hay que aclarar que no es una misa de precepto, pero es muy lindo poder empezar la Cuaresma con este signo de mucha humildad, de reconocer nuestra propia fragilidad para pedirle a Dios la gracia y la fuerza para crecer en el amor, en diálogo con Él y en servicio a los hermanos”, señaló.

Asimismo, mencionó las misas programadas en su parroquia. “En mi comunidad tenemos dos misas de cenizas: a las seis de la tarde en la capilla Stella Maris, sobre la costanera de la ciudad de Posadas, y a las ocho de la noche en la sede parroquial Sagrada Familia, en avenida Sáenz Peña, entre Salta y Tucumán”, precisó.

Finalmente, el sacerdote hizo una especial mención al Papa Francisco, quien atraviesa problemas de salud y por quien toda la comunidad católica está en oración. “Hoy rezamos por su salud, con la confianza de que Dios nos lo deje un tiempo más, porque lo necesitamos. Pero creo que es bueno, junto con el pedido de oración, dar gracias por lo que el Papa Francisco viene haciendo desde que asumió. Son 12 años de una riqueza para la Iglesia y para el mundo incalculable”, destacó.

Barros valoró el mensaje de inclusión del Sumo Pontífice. “El Papa dice que la Iglesia es la casa abierta del Padre, donde cada uno tiene un lugar con su vida a cuestas. Nadie está excluido, nadie está fuera. Lo propio del cristianismo es la apertura”, subrayó. En ese sentido, también recordó su labor en defensa de los migrantes y su constante llamado a la paz y al cuidado del medioambiente. “El Papa ha sido una presencia maravillosa para la Iglesia y para el mundo. Lo es y esperemos que lo siga siendo”, concluyó.

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