Kast promete “un cambio real” tras una victoria histórica y se convierte en el primer presidente pinochetista de Chile
José Antonio Kast ganó la segunda vuelta con el 59,1 % de los votos y afirmó que los chilenos dieron “un mandato claro” para terminar con la continuidad. En su primer discurso, prometió orden, seguridad y unidad, en medio de festejos que incluyeron consignas y símbolos vinculados a la dictadura de Augusto Pinochet.
El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, afirmó que el país iniciará “un cambio real” tras su contundente triunfo en la segunda vuelta presidencial, en la que obtuvo el 59,1 % de los votos y derrotó a la candidata de izquierda Jeannette Jara, que alcanzó el 41,8 %. En su primer discurso como mandatario electo, pronunciado la noche del domingo ante miles de seguidores en Santiago, sostuvo que cada chileno le dio “un mandato claro, que no admite excusas: no quiere continuidad”.
Kast aseguró que será “el presidente de todos, sin excepción”, y llamó a quienes no lo votaron a sumarse al proceso que definió como la “recuperación y el renacer de Chile”. La victoria lo convirtió en el primer defensor declarado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) en llegar a la presidencia desde el retorno de la democracia, un hecho que marcó la jornada tanto en el plano político como simbólico.
Los festejos se replicaron en distintas ciudades del país y, en Santiago, incluyeron banderas chilenas, consignas a favor del nuevo mandatario y también la exhibición de retratos del exdictador, fallecido hace 19 años sin haber sido condenado por violaciones a los derechos humanos. Algunos grupos incluso corearon su apellido durante la celebración frente a la sede del Partido Republicano.
En su mensaje, Kast pidió “templanza y fortaleza” para gobernar y prometió restablecer el respeto a la ley, uno de los ejes centrales de su campaña. “Sin seguridad no hay paz, sin paz no hay democracia y sin democracia no hay libertad. Chile volverá a ser libre del crimen, de la angustia y del temor”, afirmó. Subrayó además que el orden “no es un capricho, es justicia”, y planteó la necesidad de recuperar el empleo digno y el control en las calles y en el Estado.
La seguridad, la migración y el progreso económico fueron señalados como los principales pilares de su futura gestión. En ese marco, advirtió que quienes no cumplan la ley “recibirán todo el peso de esa ley”, y remarcó que los padres deberán responder por los daños provocados por sus hijos. También apuntó contra hechos de violencia protagonizados por jóvenes, al señalar que “no pueden quemar nada ni romper nada”.
Kast agradeció el respaldo de referentes de la derecha tradicional y de la extrema derecha que quedaron fuera del balotaje, como Evelyn Matthei y Johannes Kaiser, y los convocó a construir un país “en unidad” y “sin cuoteos”, en una señal sobre la conformación de su futuro gabinete, que buscará integrar a distintas expresiones del arco conservador.
En un tramo de su discurso, pidió respeto hacia su rival derrotada y solicitó a sus seguidores que evitaran gritos en su contra. “Es una persona igual que nosotros aunque piense distinto”, expresó sobre Jeannette Jara, a quien reconoció el coraje de haber sostenido su candidatura hasta el final.
El líder del Partido Republicano, de 59 años, llegará a La Moneda tras su tercer intento presidencial, luego de competir en 2017 y 2021. Afirmó que su victoria “no es la meta, sino el punto de partida”, y advirtió que los cambios prometidos comenzarán de inmediato, aunque aclaró que los resultados “no se verán al día siguiente”.
Finalmente, reiteró que cumplirá con su promesa de renunciar a la militancia partidaria para dar una señal de amplitud institucional, en línea con lo que hicieron expresidentes como Patricio Aylwin y Sebastián Piñera, y llamó a recuperar la confianza en las instituciones, en un contexto de fuerte desencanto social en Chile.
Fuente: MisionesOnline






