La mujer que mató a su marido, lo cocinó y se lo dio de comer a sus hijos

El crimen ocurrido hace más de 20 años todavía es recordado por su crueldad y frialdad
Katherine Mary Knight, nacida el 24 de octubre de 1955 en Australia es conocida por uno de los crímenes más horrendos de la historia. Su caso, ocurrido en el año 2000, no solo conmocionó al país, sino que también marcó un hito al convertirla en la primera mujer en Australia en ser condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El brutal crimen de su pareja, John Charles Thomas Price, y las aberrantes acciones posteriores, revelan una mente perturbada forjada en un entorno disfuncional y violento.
Katherine Knight creció en un hogar marcado por la disfunción. Afirmó haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de varios familiares hasta los 11 años, moldeó su personalidad.

En la escuela, era conocida como una estudiante modelo cuando estaba tranquila, pero también como una acosadora que intimidaba a sus compañeros. A los 15 años, abandonó los estudios sin haber aprendido a leer ni a escribir, y comenzó a trabajar en un matadero de Australia.
El crimen de su pareja en Australia
Su vida personal estuvo marcada por relaciones violentas. En 1974, se casó con un compañero de trabajo a quien agredía, incluso golpeándolo con una sartén, fracturándole el cráneo.
El punto culminante de su historial criminal ocurrió en febrero de 2000, cuando cometió el crimen de otra pareja, John Price (44), cuando intentó terminar la relación, lo que desató su furia.
La noche del crimen, Katherine Knight apuñaló al hombre 37 veces mientras dormía, usando un cuchillo de carnicero con la precisión que había perfeccionado en el matadero.

Pero el crimen no terminó ahí. En un acto de sadismo extremo, desolló el cuerpo, colgando su piel en un gancho de carne que había instalado recientemente en su casa. Luego, cortó partes de su cuerpo, cocinó su cabeza y otras secciones con verduras, con la aparente intención de servirlas a sus hijos. Afortunadamente, la policía de Australia intervino antes de que esto ocurriera.
Durante el juicio, los psiquiatras confirmaron que Katherine Knight sufría de trastorno límite de la personalidad, lo que podría explicar su comportamiento impulsivo y violento que la llevó a cometer el crimen.
En 2001, fue declarada culpable por el crimen y sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, un veredicto histórico en Australia.
Fuente: DiarioUno