Con el Domingo de Ramos, la Iglesia Católica da inicio a la Semana Santa

Con la celebración del Domingo de Ramos, la feligresía católica da inicio a la Semana Santa, un tiempo litúrgico que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

Este domingo, se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, donde, según los Evangelios, fue recibido por la multitud con ramos de olivo, proclamando: «¡Hosanna al hijo de David; bendito el que viene en nombre del Señor!».

La celebración del Domingo de Ramos se divide en dos partes: la bendición de los ramos y la misa. Durante la procesión, que representa un acto público de fe, los fieles aclaman a Cristo como rey de la paz. Aunque el ambiente es festivo, la liturgia también tiene un tono solemne, ya que en ella se leen pasajes bíblicos que anticipan los sufrimientos de Jesús. Se incluye el texto de Isaías, que anuncia la Pasión del Mesías, la carta de San Pablo a los Filipenses y el relato de la Pasión según San Lucas.

El Triduo Pascual: los días clave de la Semana Santa

La Semana Santa se concentra especialmente en el Triduo Pascual, que abarca tres celebraciones clave: la Misa de la Cena del Señor, la conmemoración de la Pasión de Cristo y la Vigilia Pascual.

El Jueves Santo, 17 de abril, la Iglesia celebra la institución de la Eucaristía durante la Última Cena. Ese día, Cristo entregó su cuerpo y sangre a sus apóstoles, lo que constituye el fundamento del sacramento eucarístico. También se conmemora la institución del sacerdocio y el mandato de la caridad fraterna, ejemplificado cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos.

El Viernes Santo, los cristianos reviven la Pasión y Muerte de Jesús. Durante este día, se reflexiona sobre los momentos más dolorosos de su sacrificio: la crucifixión y su agonía. En la liturgia, se leen textos proféticos y se recuerda el sufrimiento de Jesús por la salvación de la humanidad. Además, se realiza el Vía Crucis, un momento de meditación sobre los pasos de Jesús hacia el Calvario.

El Viernes Santo también es un día de ayuno y abstinencia, donde la Iglesia invita a la reflexión y la penitencia. Durante esta jornada, se realiza una colecta especial para los cristianos en Tierra Santa, quienes viven su fe en condiciones difíciles.

La Resurrección: el Domingo de Pascua

El Sábado Santo, los cristianos permanecen en meditación, acompañando simbólicamente a Jesús en su sepulcro. La vigilia pascual, que se celebra en la noche del Sábado, marca el clímax de la Semana Santa. Es la celebración más importante del cristianismo, ya que conmemora la Resurrección de Cristo. La Vigilia comienza con la bendición del fuego y el Cirio Pascual, simbolizando la luz de Cristo resucitado, y se culmina con la celebración eucarística.

El Domingo de Pascua, los fieles celebran la victoria de la vida sobre la muerte. La lectura del Evangelio según San Juan narra el descubrimiento del sepulcro vacío por las mujeres y el anuncio de la Resurrección. En este día, la Iglesia proclama con alegría la resurrección de Cristo, fundamento de toda la fe cristiana.

La Pascua de Resurrección, celebrada con gozo, es el centro del año litúrgico cristiano, ya que desde ella se afianza la esperanza de la salvación. La liturgia de este día refleja el triunfo de la vida eterna, que se extiende durante los cincuenta días siguientes hasta Pentecostés.

La Semana Santa culmina así con el profundo sentido de redención, esperanza y renovación espiritual que da forma a la vida cristiana.

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